jueves, 13 de agosto de 2009

La expulsión

Exilio de la luz

Cuando en la postrera noche, palpita
alguna lámpara y desgaja tu luz
como rosas de mayo, silenciosa,
y el diluvio acalla el temblor de tu pecho,

ocurre que el herrumbre de la pena se abre
de azul y desamor…tristes corolas.

Entonces tú te yergues sola
y mira fijamente tu sombra
el río que me lleva y que te aleja

y gritas a las piedras una queja herida....

Pero mis ojos ya no habitan en tu casa
donde la noche acuna todo exilio, todo tósigo y filo:

y la corola del herrumbre se abre
fisura entre nosotros y es
linde y extrañeza y
asfixia del lenguaje…del deseo ahogo.

Restan muslos heridos por la música hueca.

¿Escuchas a tu lengua ya vecina a otra lengua
y mi nombre que rueda en el viento del frío...?

¿Puedes decirme tú, agua de luz purísima,
por qué no abres tu sangre
a mi voz conmovida... si aún puedes mirarte
en esta sombra mía ...?

Y el alba es tan hostil, tan de país ardiendo, tan de diciembre…
tan absoluta y dura
en esta soledad…
ahijada
de la seca muerte.



Fuego sobre un fondo de agua

1)
El silencio es el fuego y
en la noche el silencio sus desórdenes
alza
en rotas oraciones

para vencidos dioses

[para el tiempo que de goce fuera
cuando la Historia fingía su quietud
en la boca de Aquella que yo amara tanto
en los días perdidos]

Y en la pregunta de lo contemporáneo
el ardiente metal
separa las crepitación del fuego
y el agua misteriosa que subyace en el fuego.

2)

Los cuerpos silenciosos ondean con el fuego…

mudos amantes
pisan con talones de fuga;
tímidos los ecos
donde nada responde:

la multitud … la niebla
la boca sin piedad
de aquél que nos sostuvo

y dices tú que amas…




Pequeños diseños preparatorios

I
¿En sueños? Lenta lluvia de hojas…
Caer que no concluye
por el aire,
lo que sin vida acaece y difunde,
lo que sin luz deslumbra.

De sí mismo huye último grajo. Y resta
un vacío que nada ni nadie ocupa, ni
en vigilia ni en sueño...
Es niebla cuanto cabe. Es papel,
reflejo, ecos…

Una figura,
en lo remoto
eclipsa.


Inútil esbozo, grito de animal
entre las llamas. ¿Hubo
cortina sin rasgar…mirada
sin velo y, más adelante,
agua con su cauce y desembocadura?

II
En silencio, con los ojos abiertos,
se sumerge. Sin testigos.
Lejos de los barcos podridos,
de los remos soñados, del pez que vuela alto
y otros peces atónitos.

Ahora
todo es Tiempo, decadencia de muros,
de sangre de los hijos, de caída ceniza
sobre pobres aldeas…

En el fondo apenas una chispa.
La frágil hoja seca,
un fruto que nadie osó comer
y en el aire se pudre.

III

Y un árbol desatado, suspendido sobre ordinaria muerte.

Las preguntas de sus tallos ¿la respuesta en su savia?
¿Quién se desnuda, se pinta el vientre,
se ofrece a la casi luz, casi penumbra?

La mucosa del Mundo, el punto exacto, el centro que da fiebre.

Pero el deseo falla, la razón falla.
Y la casa está vacía.


(fragmentos de banderas vencidas)


…hablo de un país sin
nombres ni palabras.

Un país de insomnio.

Un país de eterna tarde.
Allí donde los días
diluyen en neblinas

habitado
por sosias de hombres
que alguna vez

cansados

del evento del mundo ,
pensaron allí mismo
lo que ya no recuerdo…


pero, acaso,
camino
con incierta costumbre
de tozudez,
de mí,

que es otro, es un quidam de un murmullo insalvable.


Canciones para mujeres vivas

¿Quién vendrá con la música
agitando su espasmo en el instante último?


¿Quién lamerá su vida
con todos los felinos?

Buscarán el reposo en la ruina del mundo…
en un prado muy suäve.

Y escribirán el texto
sobre lo conocido
de la belleza leve.

Y cerrarán la puerta y callará la hierba.


El espejo

El espejo fue un dios
que nutría las cosas
de un espesor ambiguo…

que brillaba en el agua de las secretas pozas.


Pero ya no nos llama en la hora del alimento…
Y queda áureo el vacío donde él sucedía.

© carlos mamonde

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